Diversos autores, tales como Gimeno Sacristán (1983), Díaz Barriga A. (1986), De Alba (1991), Torres Hernández (1998), nos hablan de manera general de las tendencias en las que ha sido identificado el currículum; a continuación presentamos una breve síntesis de cada una.
1. EL primer enfoque, Estructura organizada, la cual pone el énfasis en la función transmisora de la enseñanza escolar, como un cuerpo organizado de conocimientos que se transmiten sistemáticamente en la escuela.
2. Un segundo enfoque nos remite al currículum como Sistema tecnológico de producción, como mero documento en el cual se redactan los resultados pretendidos, de tal modo que el énfasis se instala en dicho resultado.
3. El tercer enfoque está muy ligado al anterior en estructura, se le denomina Plan de instrucción, se caracterizan por una lógica planificadora del aprendizaje para el que se reconocen etapas de dicha planificación: objetivos, contenidos, actividades y estrategias de evaluación.
4. El cuarto enfoque se encuentra situado en el plano de las Experiencias de aprendizaje bajo la orientación de la escuela; este paradigma se libera en cierta forma de la inflexibilidad que permea en los anteriores, pues ahora se centra en el alumno, en el proceso de socialización, como producción compleja y diversificada a partir de sus asuntos focalizados; encontramos identificadas dimensiones curriculares: currículum explícito, oculto y ausente, como parte de los intercambios de experiencias.
5. Y finalmente, el quinto enfoque está referido al currículum como Solución de problemas, mismo que se instala en el análisis de la práctica curricular en todas sus dimensiones posibles, es decir, desde una concepción más humanista y de confrontación dialéctica tomando como referencia la estructura social donde se desarrolla.
